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“La imagen como referente de un original adquiere los rasgos propios de un resguardo que preserva tanto su veracidad como su existencia. Pero la imagen referencial también puede estar expuesta a interpretación, subjetividad o simplemente inexactitud frente al pretendido original”. (Javier Ariza - "Imagen y Memoria")
Con la aparición del pensamiento posmoderno y feminista se obliga a una revisión del modo en que se representa el cuerpo en las artes visuales. La fotografía ha sido un medio -podría decir, el más difundido- de comunicación visual desde hace más de un siglo y quizás uno de los que más ha participado en la configuración de nuestras nociones de cuerpo. Se comprende el cuerpo ya no sólo como simple objeto de goce visual o inocente deleite erótico, sino como lugar de discusión más crítica y profunda. Aparecen teorías que insisten en que la representación del cuerpo es central en la construcción que la sociedad hace, tanto de las normas de conducta sexual, como de las relaciones de poder en general. A lo largo del tiempo las representaciones fotográficas del cuerpo humano no sólo conforman y reflejan asuntos de identidad personal, sexualidad, de género, etc., sino también asuntos de poder, ideología y política.
La teoría posmoderna argumenta que términos como “hombre”, “mujer” o “cuerpo” varían histórica y culturalmente, que ni cuerpo ni fotografía tienen una esencia absoluta o un significado establecido. Están determinados según el contexto en el que se desarrollen.
El cuerpo humano es lo más cercano y propio que tiene un individuo, así como también es la parte más externa y objetiva de nuestro ser, por lo que está más expuesta a la observación de nosotros mismos y de los demás. A través del cuerpo tenemos el primer contacto con el mundo y las primeras experiencias que nos proporcione serán la base para todas las demás. Nos permite la comunicación y relación con un otro, sentir y apreciar nuestro entorno, manifestar emociones, percibir y ser percibidos. Una infinidad de formas de presentación corporal encarnan los estilos de vida que diferenciarán a los individuos y grupos entre sí. Los ideales sociales y culturales son centrales al momento de formar ciertas definiciones y significados de las configuraciones del cuerpo, tanto propias como de los demás.
(extracto Memoria de Grado - srta L., 2005)
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